Queridas amigas, mujeres trabajadoras y emprendedoras, algunas en casa y otras fuera de ella...En este segundo grupo es en el que me incluyo, y más concretamente en mi gremio, en un colectivo de personas que todos los días nos tiramos a la piscina, para hacer valer aquello de "una imagen vale más que mil palabras"...
Estoy hablando de una actividad, a la que muchos consideran una especie de divertimento y no un trabajo... Ayudar a mejorar la autoestima de alguien, potenciando su imagen y su esencia, ¿no requiere de técnicas, estudio y esfuerzo?... Si, esta claro que a primera vista, la percepción que podemos causar es la de la típica "hueca", que solo piensa en bolsos y zapatos pero, esta profesión es mucho más que ir de shopping y acudir a fiestas y eventos de alfombra roja.
La imagen personal es una llave maestra para conseguir nuestras metas, y saber potenciarla y adecuarla a cada situación, lleva implícito conocimiento y formación, de hecho, cuando hacemos el análisis morfológico de un cuerpo o un rostro, intervienen reglas y proporciones para conseguir la ansiada armonía... Saber compensar volúmenes y acertar con la gama de colores que cada tono de piel necesita, requiere una formación previa, y muchas horas de vuelo.
Adoro mi profesión, y me gustaría que tuviera la misma credibilidad que cualquier otra. Espero que con estas palabras, escépticos e incrédulos, valoren el esfuerzo que supone acompañar a otros para la consecución de sus sueños.
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