¿Cuántas veces te has preguntado que si hicieras las cosas de otra manera, todo sería diferente?... Pues hoy, te voy a dar la razón...Las actitudes, no son mas que hábitos adquiridos, tu cerebro se siente cómodo y las repite. Pero...¿qué pasa si decides cambiar?, que tendrás que luchar un poquito con tu "zona de confort", y tu cerebrito, ¡qué no es tonto!, aceptará las modificaciones, cederá, y se pondrá de tu lado...
La falta de motivación, a veces, nos paraliza para efectuar cambios positivos en nuestra vida... La ilusión por vivir nuevas experiencias es lo que nos salva de los malos hábitos.
Cuando algo sucede
y no te gusta demasiado tienes tres opciones:
a) Dejar que te marque...
b) Dejar que te destruya...
c) Dejar que te fortalezca...
¡Tú eliges!
Te propongo hacer una lista, e ir añadiendo las actitudes que quieres cambiar, así como los hábitos poco sanos que quieres desterrar. Proponte iniciativas y empieza por marcarte objetivos que puedas cumplir a corto o medio plazo...
Recuerda que tu eres el dueño de tus actos y no al contrario...
¡Suerte!
